[Redacción]
El uso de mejores tecnologías en las actividades primarias, contribuye a la ordenación del suelo y el ahorro de agua y energía
Ciudad de México.- La Asociación de Usuarios Productores Agrícolas “Ruíz Cortínez” (sic) Módulo II-2 AC, es una Organización que agrupa a 1,240 productores del sector social y 399 pequeños propietarios del municipio de Ahome, Sinaloa.
Y es que en el portal de la SAGARPOA, da a conocer que el módulo surge por la necesidad de abastecer agua para todos los socios y su misión es la administración de 166,378,000 m3 de agua superficial que le fue asignada para riego.
Aproximadamente el 34 por ciento de la superficie cultivada por los socios es utilizada para sembrar maíz, donde en promedio se aplican 6 riegos/ciclo. El tema hídrico es estratégico para los productores y la Organización, por lo que han establecido alianzas con investigadores regionales para desarrollar alternativas para el uso eficiente del agua sin demeritar los rendimientos.
La Organización en coordinación con el INIFAP y Fundación Produce Sinaloa A.C., han transferido el sistema Irri-Model: programación integral y gestión del riego a través de Internet” adaptado al cultivo de maíz, como respuesta colectiva al problema de la falta de manejo integral del agua.
La Organización promueve esta innovación en todo el proceso productivo ya que entre otras acciones:
Calcula la demanda hídrica del cultivo.
Elabora planes de riego bajo diferentes escenarios climáticos.
Pronostica el riego con alto nivel de precisión.
Consulta y actualiza las bases de datos climáticos en tiempo real.
Los principales impactos de las innovaciones pueden apreciarse con lo siguiente: a) Un volumen regional ahorrado de 7 millones de m3 por ciclo; b) reducción de frecuencia e intensidad del riego; c) aumento en la eficiencia de riego en un 60 por ciento y ahorros de 4,040 m3/ha de la asignación total por hectárea.
Además, con el uso de la tecnología Irri-Model, se han reducido los costos por uso de fertilizantes casi en un 100%, se ha reducido un 32 por ciento el impacto ambiental y un 34 por ciento el económico.
