[Redacción]

Supervisa Mauricio Sahuí el Programa de Producción Social Familiar.

Espita, Yucatán.- Con una producción a pequeña escala, 16 habitantes de este municipio innovan con la siembra tecnificada de rábanos, lechugas, cilantros entre otras especies, para el autoconsumo y su comercialización.

William Cuxim Dzul, hombre de campo, desde su infancia aprendió el arte de la siembra. Ahora, a sus 57 años de edad, enseña a sus seis hijas y 20 nietos el trabajo que hace producir la tierra.

Desde hace un año, se unió al programa de “Producción Social Familiar de Traspatio” de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol), que brinda asesoría sobre las nuevas tendencias de siembra sin usar productos químicos y cosechar alimentos de calidad.

El productor comentó que son una familia comprometida con la naturaleza, ya que les ha dado la oportunidad de vender los cultivos y obtener recursos que se han traducido en ingresos económicos para la educación de sus hijas y nietos.

“Cuando iniciamos, lo que se producía era para el autoconsumo pero a raíz de la buena siembra y capacitación, ahora ya vendemos las lechugas, rábanos, cilantros y calabazas hasta en el mercado de Tizimín” relató.

Don William compartió su historia con el titular de la Sedesol, Mauricio Sahuí Rivero quien destacó que son los casos de éxito que deben multiplicarse en los más 8 mil huertos de traspatio que ha fomentado la dependencia a su cargo.

“Ustedes son esos buenos ejemplos que demuestran que cuando se quiere ser productivos, se logra. A nosotros nos toca seguir impulsando programas que detonen el talento de hombres y mujeres que viven en zonas vulnerables pero están decididos a garantizar bienestar a sus familias” expresó.

El campesino invitó al funcionario a conocer los cuatro módulos de producción que cuentan con un diseño sencillo y práctico de riego, que usa el agua de la llave para humedecer la tierra y las hortalizas que están en hileras de 30 metros de largo por un metro de ancho.

Acompañado del director de Organización y Operación Territorial, Fernando Romero Ávila, constató el trabajo de hombres y mujeres de Espita, que han incursionado en la siembra tecnificada a pequeña escala que les permite tener ingresos diarios de entre 200 y hasta 350 pesos.