[Redacción]
El nuevo gobernador, rindió protesta a las 23:05 horas, ante la presencia del titular de la Secretaría de Gobernación (SEGOB), Miguel Ángel Osorio Chong, con la representación del presidente de la República, Enrique Peña Nieto
Monterrey, Nuevo León.- Jaime Rodríguez Calderón, “El Bronco” rindió protesta como gobernador del estado de Nuevo León, donde prometió que su gobierno tendrá un acompañamiento ciudadano que no sea “de dientes para afuera”.
Y es que el gobernador por Nuevo León, quien llegó como candidato ciudadano, sostuvo que la población va a colaborar en el Plan de Gobierno de una manera organizada.
Aseguró que lo acompaña en su gabinete gente audaz y que será honesta, por lo que estarán rindiendo cuentas durante su periodo que va del 2015 al 2021.
Rodríguez Calderón, prometió que la interacción con los alcaldes será constante, pero también dijo en tono de broma: “Yo prefiero que ustedes se pongan a trabajar para que yo huevonie tantito”.
El mandatario independiente, aseguró que no invertirá un solo peso del erario público en la televisión.
El nuevo gobernador, rindió protesta a las 23:05 horas, ante la presencia del titular de la Secretaría de Gobernación (SEGOB), Miguel Ángel Osorio Chong, con la representación del presidente de la República, Enrique Peña Nieto.
Aquí el primer mensaje del gobernador constitucional de Nuevo León, Jaime Rodríguez González
Muy buenas noches.
Saludo con gusto a las autoridades presentes:
Señor representante del Presidente de la República;
Señor Gobernador; Señor Presidente del Congreso; Diputadas y
Diputados.
Señor Presidente del Tribunal Superior de Justicia y
del Consejo de la Judicatura del Estado.
Señores Alcaldes; distinguidos invitados; sean todos bienvenidos.
Ciudadanos de Nuevo León: me siento muy contento de estar aquí.
Ustedes me han regalado esta enorme responsabilidad y al mismo tiempo, el honor más grande que he tenido.
Estoy aquí porque ustedes decidieron vencer la adversidad. Estoy aquí gracias a su confianza.
Eso no se me olvidará nunca.
Es por ustedes que voy a jalar cada mañana.
Cada día estaré atento a entender qué les duele, qué les preocupa, y lo haré mío.
Quiero que se sientan orgullosos de mí y de mi trabajo.
Hace seis años que murió mi hijo.
Su partida dejó una huella imborrable en mi corazón y cambió mi vida.
Cuando lo encontré, le hice una promesa: Que iba a dedicar el resto de mis días a cambiar las cosas, que Nuevo León iba a renacer.
Hijo: hoy he comenzado a cumplir mi promesa. Estamos aquí juntos porque hemos hecho historia.
No por casualidad ni suerte, sino porque nos decidimos a hacerla. Cuando dijimos “la raza paga, la raza manda”, fue para recordarnos a todos lo más sagrado que tiene la democracia: la idea de que el poder reside en el pueblo.
El poder siempre ha sido de los ciudadanos, pero habíamos permitido que ese poder se ensuciara.
Que en lugar de servir, se corrompiera; que en lugar de alumbrar, oscureciera. Habíamos dejado que el poder público perdiera su única razón de ser: procurar el bienestar de nuestra gente.
Por eso hoy quiero reconocer con humildad y orgullo la valiente decisión de los ciudadanos que le entraron de frente a comenzar esta nueva historia.
Gracias a ustedes, hoy Nuevo León es independiente. Gracias a ustedes, Nuevo León ha recuperado el derecho a definir su destino.
En este camino, que ha sido tan bonito como difícil, me he dado cuenta que ser independiente no es una mera cuestión de leyes o de instituciones.
Me he dado cuenta que las ganas de ser independientes, tenían detrás algo mucho más grande: El deseo de recuperar nuestra libertad.
Queremos la libertad de andar tranquilos por la calle y de que los niños disfruten de los parques.
La libertad de que los jóvenes puedan estudiar una carrera profesional y vivir bien de ella.
La libertad de que madres y padres trabajadores ganen salarios dignos para sacar adelante a sus familias.
La libertad de movilizarse rápido al trabajo y a la escuela. La libertad para hacer negocios derechos y productivos.
La libertad de saber que la justicia está del lado de la gente y no del lado del dinero.
Por eso hoy les digo que al ser independientes, somos más libres. Y lo seremos con responsabilidad.
Hemos recuperado la libertad más grande de todas: la de construir un estado donde podamos ser felices.
Hoy quiero dar las gracias a todos los que creyeron en este proyecto. Y también gracias a todos los que no creyeron, pero que comparten el mismo anhelo de un Nuevo León próspero y justo.
Hoy les digo que voy a ser un gobernador para todos. Nos necesitamos los unos a los otros para construir las soluciones que el estado demanda.
Hoy les digo que Nuevo León es plural, sí; pero que también es uno en su grandeza y su propósito.
Vamos a recuperar el orgullo de ser de esta tierra. Vamos a construir un mejor lugar para vivir, donde quepan los anhelos y esperanzas de todos. Vamos a poner el poder del gobierno donde siempre debió estar: a su servicio y a su beneficio.
La elección que ganamos fue histórica. Estamos contribuyendo al despertar de un México nuevo; pero que nadie se duerma en sus laureles: tenemos claro que el reto comienza hoy.
Esto se lo digo antes que nadie a mis colaboradores. El camino está de subida, claro, pero quien crea que sacar adelante al estado es una loza en la espalda, nada tiene que hacer en mi gobierno.
Aquí necesito gente capaz, honesta y dispuesta al sacrificio. Gente motivada y feliz por la oportunidad de servir a los demás.
Llevo muchos años recorriendo el campo y la ciudad. Traigo ya buen kilometraje. Y en este andar, he observado dos grandes verdades: la primera, que Nuevo León está lleno de gente digna, que a diario entrega su trabajo y su esfuerzo, gente a la que no se le dobla la voluntad.
La segunda, que tenemos la fortuna de vivir en un estado que tiene de todo: hombres y mujeres intelectuales, empresarios, trabajadores, estudiantes, encargados del hogar y niños alegres.
Y no solo tiene de todo, sino que hay un amor profundo, un amor grande hacia el trabajo que realizan para darle una mejor vida a los suyos.
Por eso me siento confiado de que vamos a salir del atolladero. Porque contamos con un pueblo que le pone voluntad, corazón y ganas a todo lo que hace.
Porque ustedes son la sangre que corre por las venas de este estado. Porque ustedes han labrado la tierra bajo el sol; porque levantaron industrias donde no había nada; porque se rompen el alma desde abajo y conocen la recompensa del esfuerzo; porque por más que se nuble el cielo, nunca han dejado de mirar alto ¿Cómo no vamos a sacar adelante al estado, teniéndolos a ustedes.
Hoy soy el Gobernador, pero eso no significa que sea diferente de ustedes. Sigo siendo el mismo Jaime que conocen.
Soy uno más, que anhela que las cosas mejoren; y hoy ustedes me han dado el honor y la responsabilidad de poder entrarle al quite.
Hay que mandar a volar la idea de que los políticos están por encima de la gente. Hay que bajarnos los humos y dedicarnos a sacar la chamba que ustedes nos confiaron.
¡Y vaya que hay chamba!
Hemos encontrado la casa sucia, las columnas derruidas, fugas por muchas partes, el techo cayéndose en otras; y para acabarla de fregar, hipotecada.
Pero no es el tiempo el que castigó nuestra casa, sino la corrupción sin llenadera y el delirio de muchos que se creyeron reyes y no gobernantes; que donde había ciudadanos, veían súbditos; que donde había dinero público, veían botín.
Hoy les digo claro y fuerte: se les acabó la fiesta a los bandidos.
Que ni se hagan ilusiones los manos largas: a partir de hoy, se acabaron los moches y las transas.
Se acabaron los lujos a costillas de la gente. Si quieren lana, háganla por la buena, como la gente honrada: ¡trabajando!
A mí me enseñaron que con las cuentas claras, amistades largas. Robarse el dinero público es un crimen. Es perder lo mejor que tiene el gobierno: la oportunidad de procurar el bien de nuestra gente.
En las urnas nos dieron un mandato claro: limpiar la casa. Lo vamos a hacer directo y sin darle vueltas.
Desde ahora mismo instruyo a mi equipo a realizar una auditoría exhaustiva en todas las dependencias, que se revise cada papel y cada cajón.
Vamos a investigar sin afán de venganza pero con sed de justicia: si alguien cometió un crimen, que dé la cara al pueblo y le responda a la ley, sea quién sea.
Lo mismo va para las deudas que tiene el estado. No vamos a entrar pagando cuentas pendientes con proveedores.
Primero vamos a revisar que las cosas estén legales y sin intereses oscuros detrás. Con todo gusto le pagaremos en su momento a quienes hayan hecho negocio derecho.
Voy a ser siempre sincero y responsable con ustedes. Por eso nunca he ofrecido las perlas de la virgen ni cosas irracionales.
Ante todo, quiero que este gobierno sea honesto y abierto. Un gobierno que nos represente dignamente a todos.
Vamos a construir un gobierno que ya no sea enemigo sino amigo. Que nos permita renovar lazos de colaboración y respeto. Quiero que la gente disfrute el gobierno.
Con el empuje de todos ustedes, vamos a enaltecer la voluntad de Nuevo León. Por eso hoy quiero proponerles una cosa: subamos la vista, tirémosle alto.
No nos conformemos con superar los problemones que nos dejaron tantos años de irresponsabilidad y avaricia.
No nos conformemos con hacer lo mínimo indispensable: garantizar la seguridad de la gente, jalar para arriba a los desvalidos, construir carreteras y puentes, mejorar el transporte, construir escuelas y hospitales.
Eso va de cajón, es lo mínimo que tenemos que hacer. Pero no nos quedemos ahí.
Les propongo que llevemos a Nuevo León a estar mejor de lo que nunca ha estado; a ser lo mejor que ha sido, porque eso significa que nosotros, cada uno de nosotros, estamos por descubrir lo mejor que podemos ser.
Estoy convencido, Nuevo León, que te creces ante la adversidad. Estoy convencido, Nuevo León, que en el espíritu llevas la fuerza, en la frente el temple y en el corazón el coraje que te han sacado adelante.
Estoy convencido, Nuevo León, que tus días más brillantes están por venir. Por eso hoy vine decirles que mi visión es clara: quiero que Nuevo León sea el mejor lugar para vivir de América Latina.
El camino será duro, pero tenemos claro el rumbo y estamos dispuestos al sacrificio. Hay que acompañar nuestra entrega con ideas y nuestra pasión con acciones.
Tenemos que marcar una pauta, ser un modelo a seguir y poner la vara bien alta. Nuevo León está llamado a ser un faro de desarrollo, un ejemplo nacional e internacional.
Estoy consciente de la responsabilidad que tengo y lo que conlleva esta investidura. No tenemos de otra: tenemos que convertirnos en un ejemplo de buen gobierno.
Hoy he venido a invitarlos, pero también a provocarlos. La historia pocas veces presenta oportunidades como ésta: donde está en nuestras manos cambiar el rumbo, abrir puertas y ventanas, empezar a tender puentes, renovar los lazos que tanto maltrato sufrieron.
Tenemos que responder todos a este reto histórico. Diputados: a diferencia del pasado, a partir de hoy actuarán en total libertad.
Nosotros vamos a dialogar pero no a entrometernos; vamos a aportar, no a estorbar. Y que cada uno de nosotros actúe en base a su propia conciencia.
Los ciudadanos nos han mandado a construir mayorías con una mentalidad distinta y fresca.
Regresemos a lo que siempre debió ser, lo más ordinario y razonable: poner al estado y a los ciudadanos por encima de todo.
Alcaldes de todo el estado: limpiar el gobierno a todos los niveles, ganarnos la confianza de la gente y trabajar coordinados, es una responsabilidad compartida. Jalemos parejo.
Les digo que donde haya carencias, no veremos colores sino soluciones. Donde haya grandes proyectos, no pensaremos en medallas sino en resultados.
Si se trata de voluntad política, de nuestra parte pueden contar con ella. No hay vuelta de hoja: si queremos recuperar la confianza ciudadana y crecer como sociedad, necesitamos demostrarlo con resultados.
El momento no podría ser mejor para lograrlo, porque hoy más que nunca, Nuevo León vive un verdadero empoderamiento ciudadano. Las urnas fueron solo el comienzo.
Estamos abriéndonos a que nos vigilen todos los ojos; pero sobre todo, estamos abriendo los oídos para escuchar y las manos para dejarnos ayudar.
Queremos construir puentes sólidos con todos los grupos sociales, económicos y políticos que busquen el beneficio de Nuevo León.
Queremos que este gobierno se distinga por un acompañamiento ciudadano; para señalarnos cuando nos equivoquemos, para apoyarnos cuando acertemos y para levantarnos cuando nos caigamos.
El acompañamiento ciudadano no será de dientes para afuera, ni mucho menos improvisado.
Será un acompañamiento organizado. Ya estamos trabajando de la mano con el Consejo Nuevo León, que está aquí para ayudarnos por ley a tener un plan de largo plazo que nos lleve a un desarrollo sostenible.
También vamos a colaborar con las organizaciones civiles, que ya son ejemplo nacional de participación.
Nos van a traer cortitos para rendirles cuentas a los ciudadanos, que son quienes nos pagan la raya.
Los vamos a seguir consultando para hacer las cosas mejor. No tengan duda: nosotros como autoridad vamos a estar a la altura de la sociedad que tenemos.
Les he pedido que nos tengan paciencia, pero no de a gratis. Paciencia para poner la casa en orden y tomar las mejores decisiones.
En tres meses a partir de hoy tendré conocimiento del gobierno completo, y en tres más construiremos, junto con la ciudadanía, el plan de gobierno específico que vamos a seguir.
También les puedo asegurar dos cosas: primero, que invité a este gobierno a gente honrada, capaz y sin telarañas en la cabeza.
Gente audaz que está dispuesta a hacer las cosas diferente y tomar las decisiones que más le convengan al estado.
Por eso, desde este momento instruyo a mi gabinete a que presenten la declaración 3 de 3 este mismo mes: la fiscal, la patrimonial y la de conflicto de interés.
Segundo: vamos a mejorar la estructura, vamos a hacer el gobierno más eficiente, no a crecerlo. Quiero un gobierno ágil y liviano para trabajar, responder y cumplirle a los ciudadanos.
Desde ahora hemos tomado el consejo de la ciudadanía, y nos enfocaremos en cinco grandes ejes para hacer de Nuevo León el mejor lugar para vivir de América Latina: Desarrollo humano que nos permita ser una sociedad donde caben todos, donde no se abandona a nadie y tengamos el piso parejo. Donde jalemos hacia arriba a los más pobres, donde la educación vuelva a ser el centro y el motor de desarrollo de nuestros niños.
Donde las mujeres tengan igualdad de oportunidades y no haya nada que les impida estar sanas y progresar. Donde los jóvenes no sigan cayendo en la desesperación y la maldad.
Vamos a darles caminos para estudiar, para trabajar, para realizar su derecho a ser felices. Desarrollo Sustentable, para crecer con orden, con infraestructura de primera, una movilidad de calidad y respeto al medio ambiente.
Ya es hora de que volvamos a respirar aire limpio y podamos disfrutar el lugar donde vivimos.
Ya es hora de que gobernador y alcaldes jalemos para el mismo lado con visión metropolitana. Construyamos una ciudad que permita a la gente cumplir sus obligaciones y disfrutar la vida.
Desarrollo Económico, para ser un estado que crece con buen clima de negocios y sea atractivo para invertirle.
A mí lo que me interesa es que haya trabajo digno y bien pagado. Que nadie se quede sin jalar para llevar el pan a su casa.
Transparencia, porque vamos a ser ejemplo adentro de lo que queremos ver afuera, con rendición de cuentas clara y sencilla.
Quiero gobernar abierto, siguiendo las mejores prácticas internacionales. Sin enredos para revisar cada centavo y sobre todo, sin miramientos para los corruptos.
Seguridad y Justicia para vivir tranquilos, porque tendremos protegida nuestra vida, nuestra libertad y nuestro patrimonio, siempre con apego a la ley.
Tenemos que reducir la violencia que le pega a la gente, la que ocurre detrás de la puerta en cada casa y a la que están expuestos afuera los niños y jóvenes que hacen fechorías, no porque sean malos sino porque no les hemos dejado otra puerta.
Hay que rescatarlos. Desde ahorita les digo a todos los integrantes de mi gobierno: aquí no se piensa en las elecciones que vienen, aquí se piensa en las generaciones que están por venir.
Vamos con todo y vamos en serio: estamos pensando en el año 2030 y más allá. Donde yo nací no andamos por las ramas. Hay desde ahora diez grandes compromisos, concretos y directos, que quiero hacer con ustedes. Estos compromisos vamos a dejarlos claros en el plan que desarrollaremos durante este primer semestre.
Y quiero poner especial atención en los que nos ayudarán a mejorar la calidad de vida de nuestra gente.
Queremos facilitarles el camino y reconocer su esfuerzo. Ahí les van:
- No podemos permitir que haya 140,000 hombres, mujeres y niños que no les alcanza ni para comer.
En este gobierno erradicaremos la pobreza extrema alimentaria en Nuevo León.
- Crearemos oportunidades de estudio y trabajo para los 150 mil jóvenes que están en el abandono.
- Apoyaremos a las mujeres a salir adelante. En el aspecto laboral convocaré a los empresarios a que sean solidarios y le reduzcan la jornada de todas las madres solteras, divorciadas o viudas que están criando solas a sus hijos.
- Vamos a impulsar la salud de las mujeres, garantizando la cobertura total en diagnóstico y tratamiento oportuno del cáncer de mama.
- Reduciremos de manera importante los casos de sobrepeso y diabetes en el estado, que tanto están afectando la salud de los nuevoleoneses, en particular de los niños.
- Mejoraremos las condiciones de las escuelas y dignificaremos la labor de los profesores. Nuestros alumnos y maestros tienen que salir evaluados en el primer lugar nacional. Nuevo León no puede bajar de ahí.
- Trabajaremos en conjunto con los alcaldes para impulsar una visión metropolitana que permita una ciudad más humana y amable, con un desarrollo urbano ordenado. Ya es hora de que disfrutemos nuestra ciudad, no que la suframos.
- Reordenaremos completo el transporte, con tarifas justas. Me comprometo a que al final de este sexenio harán menos tiempo a sus escuelas y trabajos de lo que hacen hoy.
- Tendremos conectividad al nivel de los países desarrollados. Vamos a llevar Internet a todos los municipios del estado para impulsar el desarrollo.
- Facilitaremos la construcción y adecuación de carreteras y caminos de los municipios del norte y sur e impulsaremos proyectos productivos. Los queremos cerca y los queremos bien. Se acabó el olvido en que se les ha tenido.
- En el Sur del estado, donde yo nací y crecí, donde la pobreza solo ha sido utilizada con otros fines que no son el bienestar de la gente, yo sé como vencer la pobreza, porque vengo de ahí.
Me comprometo a estar al menos dos días cada 15 días, atendiendo los problemas de las zonas rurales, trabajando en conjunto con los presidentes municipales.
Las regiones particulares requieren de proyectos específicos, pertinentes para cada municipio, no programas generales. Seré un gobernador “municipalista”, eso quiere decir que seré una garrapata con mis amigos alcaldes y juntos sacaremos adelante a cada uno de los municipios de Nuevo León.
Que no quepa duda: lo que hoy estamos viviendo en Nuevo León es histórico y único a nivel nacional.
Para que funcione, es vital que gobierno y ciudadanos jalemos parejo. Que cada cual haga la chamba que le toca.
Con ustedes, llegamos tan lejos como imaginemos. Sin ustedes, no llegamos ni a la esquina. Enfrente tenemos un reto enorme, pero yo no me asusto. Mi madre me enseñó a no tener miedo, así como ella nunca le tuvo miedo a la vida y nos sacó adelante a pesar de no saber leer ni escribir. Conocí la luz eléctrica hasta los 15 años de edad, así que ni la oscuridad me espanta.
Aunque les quiero confesar la única cosa que me asusta: decepcionarlos. Me asusta fallarles. Eso es lo único que no me voy a permitir.
¿Por qué quise ser gobernador?
Por una razón sencilla: estoy dispuesto a poner cada gota de sudor y todo mi espíritu para mejorar la vida de la gente.
Para apoyarlos a cumplir sus sueños y alcanzar todo su potencial. De eso se trata gobernar.
Hace años me preguntaron que cuando me llegue la hora, cómo quisiera morir. Mi respuesta hoy es la misma y lo va a ser siempre: quiero morir parado, de frente, con la vista en el porvenir, orgulloso de haber hecho las cosas debidas.
Mi ambición como gobernador es una sola: que cuando termine esta responsabilidad que me han dado y me los encuentre en la calle o coincidamos en alguna taquería, Oxxo o Super 7, me saluden con gusto, y me digan la única palabra que vale: GRACIAS … y me paguen la cuenta.
Así sabré que cumplimos con nuestra chamba. Yo les quiero dar las gracias a ustedes por la historia que hemos hecho juntos, pero sobre todo, por poner el alma en la historia que haremos.
Los invito a que sigan participando, a que nos sigamos comunicando directamente por las redes sociales para estar escuchando sus ideas y para que nos vigilen a cada paso.
Esto no se trata de un gobernador ni un gabinete. Esto se trata de construir el mejor Nuevo León de la historia.
Esto se trata de ser el mejor lugar para vivir de América Latina. Hoy les pido que recuperemos la fe en lo que somos y lo que podemos ser.
La fe en el trabajo, la inteligencia y el esfuerzo de cada uno de nosotros.
La fe en la bondad de esta tierra, la misma que vemos en los ojos de nuestros niños.
Hoy les pido que vuelvan a tener fe en la fuerza que tenemos y las maravillas que logramos cuando estamos juntos…
Hoy llevan en sus pechos el futuro de este estado. Hoy esta tierra palpita, le sobran ganas de vivir y florecer.
Hoy la esperanza respira otra vez. Hoy Nuevo León se levanta como sus montañas y corre a todo galope. Hoy se han ido los nubarrones, porque gracias a ustedes, ha salido el sol otra vez.
Porque en Nuevo León, lo imposible es posible.
¡A jalar, que se ocupa!
Muchas gracias