[Redacción/Agencias]
El líder campesino Emiliano Zapata es recordado hoy que se cumplen 96 años de su muerte, con un homenaje en el monumento ecuestre erigido en su memoria en la Alameda del Sur, en la capital
México, DF.- Emiliano Zapata Salazar, nació el 8 de agosto de 1879 en San Miguel Anenecuilco, Distrito de Villa de Ayala, en el estado de Morelos, en el seno de un hogar liderado por los campesinos Gabriel Zapata y Cleofas Salazar, por lo que conoció desde sus primeros años de vida los problemas del campo.
Y es que en su infancia, el pequeño Emiliano mostró especial interés por la historia de México, en especial por los hechos de la Independencia, y todo lo que tuviera que ver con las luchas que se realizaban en el país.
De acuerdo con su biografía difundida en la página electrónica dedicada al Bicentenario de la Independencia y Centenario de la Revolución Mexicanas, en 1906 llegó a Cuautla a una junta en la que se propuso defender los derechos y las tierras de los campesinos contra el régimen porfirista.
En 1908 se incorporó al noveno Regimiento destinado a Cuernavaca, no obstante sólo duro seis meses como soldado, ya que Ignacio de la Torre (1866- 1918) lo invitó a ser caballerango en la Ciudad de México.
Fue elegido presidente de la junta de defensa de las tierras de Anenecuilco el 12 de septiembre de 1909, cargo desde el que estuvo en contacto con Ricardo Flores Magón (1873-1922), con el periodista Paulino Martínez (18??-1914) y con el profesor Otilio Montaño (1887-1917).
En apoyo al candidato de oposición Patricio Leyva, Zapata tuvo su primera intervención política en la elección para gobernador de Morelos el mismo año, lo que trajo represalias para Anenecuilco ya que el ganador fue el candidato oficial Pablo Escandón (1856-1926).
Un año después, apoyado por el jefe político José A. Vivanco (1899- 1979) el defensor del pueblo se dedicó a recuperar por la fuerza las tierras que habían sido arrebatadas a los campesinos de Villa Ayala, repartiendo entre ellos parcelas para su cultivo.
Motivado por las demandas agrarias del Plan de San Luis, se incorporó al ejército maderista al estallar la Revolución pero una vez que triunfó Madero, el reparto de las tierras no se llevó a cabo, por lo que Zapata respondió tomando Yautepec, Cuautla y Cuernavaca.
El 25 de noviembre de 1911, Zapata promulgó el Plan de Ayala, con el que se levantó en armas en contra el gobierno de Francisco I. Madero (1873-1913), el cual estaba en desacuerdo en lo que se refería a la cuestión agraria.
Luchó contra el gobierno de Victoriano Huerta (1850-1916) en acuerdo con Francisco Villa (1878-1923) con quien formó el Ejército Libertador del Sur, al producirse la división entre Carranza y Villa, con el ejército entró a la Ciudad de México, en noviembre de 1911.
Acabaron los latifundios y repartieron la tierra; fundaron un banco agrícola y abrieron numerosas escuelas e impulsaron a la organización de los campesinos, señala la biografía publicada en el sitio electrónico “redescolar.ilce.edu.mx”.
En 1915, tras la derrota de Villa se dirigen numerosas fuerzas por todo el estado de Morelos con la finalidad de cazar a Zapata ya que solo el zapatismo quedaba como un obstáculo para la consolidación del nuevo gobierno.
Zapata fue traicionado y asesinado por el coronel Jesús Guajardo (1892-1920), el 10 de abril de 1919, en la hacienda de Chinameca, su cadáver fue llevado a Anenecuilco y posteriormente trasladado a Cuautla, en donde sus restos reposan al pie de la estatua que le fue erigida.
Emiliano Zapata defendió con coraje la propiedad de la tierra, la frase “Tierra y Libertad» pudo sintetizar los deseos de los campesinos los cuales aún hoy siguen aclamando «La tierra es para quien la trabaja”