[Eduardo Vidal]
La olmeca, la principal y más antigua civilización mesoamericana, floreció en San Lorenzo de Tenochtitlán, donde se exhiben numerosas piezas arqueológicas. Mexicas y huastecos hicieron de Teayo un centro religioso y ceremonial, tal cual lo atestigua la pirámide central del pueblo
Xalapa, Veracruz.- Veracruz condensa en su esencia los orígenes del mundo mexicano, donde la fusión entre los pueblos nativos y los venidos de los barcos coloniales dieron nacimiento a una cultura multifacética. Totonacas y toltecas, olmecas y huastecos, entre otros pueblos, habitaron la región y en todo el territorio se encuentran las huellas de sus civilizaciones.
Y es que las zonas arqueológicas El Tajín, Zempoala y Quiahuiztlán, con antiguos enclaves de la cosmovisión totonaca y piezas arqueológicas halladas, ponen en evidencia la diversidad de sus manifestaciones culturales.
La olmeca, la principal y más antigua civilización mesoamericana, floreció en San Lorenzo de Tenochtitlán, donde se exhiben numerosas piezas arqueológicas. Mexicas y huastecos hicieron de Teayo un centro religioso y ceremonial, tal cual lo atestigua la pirámide central del pueblo.
La Antigua: Ciudad que jugó un papel importante en el tráfico comercial del Virreinato de la Nueva España; una metrópoli a 28 kilómetros (km) del puerto de Veracruz, apacible, donde pueden visitarse ruinas que corresponden a los asentamientos de la columna militar de Hernán Cortés, cuando luego de tomar la población de Zempoala, aprestó sus hombres para lanzarse sobre Tenochtitlán, la fabulosa ciudad gobernada por Moctezuma.
Museo de la Ciudad de Veracruz: Se ubica en el edificio que ALBERGÓ al Hospicio Manuel Gutiérrez Zamora. La sección histórica cubre un poco más de cuatro siglos del acontecer del puerto, desde el momento en que Hernán Cortés llegó a la VILLA RICA de la Vera Cruz, en 1519 hasta 1939. Contiene cinco salas, las tres primeras recrean la vida de la época colonial del puerto y las otras abarcan la llegada de la cultura africana y las principales tradiciones de la entidad.
Archivo y Biblioteca Histórica: Aquí se localizan cientos de legajos que permiten reconstruir buena parte de la historia del puerto. Es una residencia que guarda notables similitudes con una que se sitúa en La Habana, Cuba. Esta construcción corresponde de manera natural al perfil urbano típico del Caribe.
Museo Agustín Lara: Inaugurado en 1992, esta casa es en la que habitó el poeta y músico Agustín Lara, conocido por sus magistrales composiciones como Veracruz, Noche criolla o Lamento jarocho, y cariñosamente apodado El Flaco de Oro. En su interior se pueden observar diferentes salas como las relacionadas con el mundo del espectáculo, el teatro de revista, la radio y el cine. Contiene una réplica exacta del Salón Azul de la XEW, con su piano, desde donde conquistó los corazones de las damas mexicanas.
Baluarte de Santiago: Situado sobre un cuadrángulo de césped, se encuentra el que fuera un fuerte en la época virreinal. Es este, el último testimonio de lo que constituyó el sistema amurallado del Veracruz colonial. Construido alrededor de 1635, se hallaba pegado al mar, con la finalidad de defender al puerto jarocho. En su interior hay un museo donde se exhiben un conjunto de piezas prehispánicas conocidas como Las joyas del pescador, que formaban parte del cargamento de una embarcación colonial que naufragó en las costas veracruzanas.
San Juan de Ulúa: Muelle, fortaleza, prisión y palacio presidencial. Se yergue sobre el islote del mismo nombre. En 1518, el lugar fue bautizado por la primera expedición española y que venía al mando del capitán Juan de Grijalva. San Juan se le llamó por habérsele encontrado en un día de San Juan Bautista, y Ulúa por que los ibéricos creyeron oír las palabras de culúa o ulúa. Después de la llegada de Hernán Cortés, creció su importancia como puerto, pues en lo sucesivo serviría de reparo en lo relativo a los galeones.
En 1683, sirvió como fortaleza cuando el pirata Lorencillo causó destrozos a la ciudad. En la segunda mitad del siglo XIX se convertiría en cárcel fortificada, cuando tuvo célebres presos como Fray Servando Teresa de Mier. No fue sino hasta 1915, que el presidente constitucional Venustiano Carranza, dictó un decreto, donde el recinto pasaba a ser residencia presidencial.
El Zapotal: En 1971, en el Zapotal, ubicado en la región conocida como La Mixtequilla (entre el río Blanco y Papaloapan), se encontraron un conjunto de espléndidas figuras de barro de considerable dimensión, parte de una colosal ofrenda que los antiguos habitantes costeros habían colocado en honor de Mictlantecuhtli. Acompañando a éstas se exhiben también las muy conocidas caritas sonrientes, piezas que reflejan la belleza de las culturas mesoamericanas.
Zempoala: Desde Xalapa se puede viajar a sitios arqueológicos hallados sobre la costa. Éste se localiza a 84 km de la capital del estado y a 43 al norte del puerto de Veracruz, cerca de las ciudades de La Antigua y Cardel. En este centro arqueológico se encuentra la gran plaza de los templos, dentro sobresale el Templo Mayor, que más bien era el Palacio del Cacique Totonaca y El templo de las Chimeneas.
Museo de Zempoala: Pequeño museo ubicado en la zona arqueológica, donde se exhibe una colección de cerámica de las culturas totonacas, cholulteca y azteca, formada por platos, cajetes, copas, sahumerios, figurillas de caritas sonrientes y vasijas; asimismo, se pueden admirar fragmentos de estuco policromado, esculturas antropomorfas, metates y cuchillos de obsidiana.
Quiahuiztlán: Luego de retomar la carretera costera que se dirige a Nautla se puede llegar a este sitio. Son sólo 29 km que permiten las preciosas vistas marinas como la panorámica que ofrece Boca Andrea, puede conectarse con desviaciones para llegar a las varias playas y merenderos.
También llamado El lugar de las lluvias, de acuerdo con su toponimia náhuatl, se yergue en las alturas del cerro de Bernal, merced a un complejo sistemas de terrazas. Éstas tuvieron la doble función de servir como retenes a los espacios ganados, a la vez que funcionaban como barrera defensiva ante los eventuales invasores.
Frente a ella se identificaría temporalmente, en 1519, la VILLA RICA de la Vera Cruz, que se considera el primer emplazamiento ibérico en tierras mesoamericanas. Allí los españoles, junto con los totonacas, levantaron una iglesia con su recinto fortificado.
Castillo de Teayo: A 68 km de Tuxpan se localiza esta pirámide. Tuvo por nombre original Zapotitlán y estaba en los límites del territorio huasteco con el Totonacapan. Después de ser abandonado en el siglo XIX, la congregación de Teayo lo adoptó como castillo. El recinto se ubica en la plaza principal y está formado por un basamento y vestigios de un santuario en la parte superior.
El Tajín: El acceso al sitio es por la Carretera Federal 130. De Poza Rica, se toma la carretera estatal que va a Papantla; existen señalamientos que indican el camino hacia la zona prehispánica.
Tajín es una palabra totonaca y significa trueno; no es posible afirmar que éste fuera su nombre original y tampoco que los ancestros de quienes viven actualmente en la región hubieran sido los constructores de la antigua ciudad prehispánica. Sin embargo, la permanencia del grupo étnico totonaco en las ruinas durante siglos ha originado una relación psicosocial y cultural con la zona arqueológica que difícilmente puede negarse.
La antigua ciudad de El Tajín se desarrolló a fines del Horizonte Clásico y llegó a su apogeo en la transición al Postclásico, o sea entre 800 y 1150 después de Cristo.
Museo de Antropología de Xalapa (MAX): En este recinto se encuentra la segunda colección más importante de vestigios antropológicos mesoamericanos del país. Su construcción data de 1959 y está distribuido de la siguiente manera: Vestíbulo, Patio Olmeca, Galería I, Sala Olmeca, Galería II, Sala Olmeca II, Galería III, Patio Totonaca I, Galería IV, Sala Remojadas, Galería V, Sala Tajín-Higueras, Galería VI, Sala El Zapotal, Galería VII ,Patio Totonaca II, Galería VIII, Primer patio, Segundo patio y Tercer patio apergolado.
Museo La Hacienda de El Lencero: De todas las haciendas de Xalapa, la más visitada es El Lencero, ya que perteneció al célebre y controvertido Antonio López de Santa Anna. Ubicado a mil metros de altura, en el bordo de una loma, desde el siglo XVI, constituyó un paso obligado por los viajeros que subían de Veracruz al Altiplano.
El encanto del lugar se ha conservado hasta la actualidad, donde se encuentran también una vegetación bellísima, la cual cuenta con una higuera de descomunal dimensión, amplios jardines y un pequeño lago.
Pinacoteca Diego Rivera: Pertenece al Instituto Veracruzano de Cultura (IVEC), se localiza en los bajos del Parque Juárez. Es un espacio moderno y práctico, está provisto de elementos que, por un lado garantizan la seguridad de los cuadros y, por otro permiten al público apreciar con plenitud su valor artístico. Actualmente cuenta con dos salas: Jorge Cuesta y Teodoro A. Dehesa, además de una de colección permanente.
Museo del Jardín Botánico Francisco Xavier Clavijero: Ubicado a sólo tres km de la capital, sobre la antigua carretera de Coatepec, es una de las áreas de bosque mesófilo de montaña que aún se conservan. El jardín constituye un centro de educación ecológica, digno de apreciarse como centro de reproducción y propagación de la flora.
Centro Cultural Atarazanas: Situado en el puerto de Veracruz, se trata de una construcción del siglo XVIII, cuya forma y estilo corresponden a la arquitectura herreriana, es un edificio colonial que tenía como función servir como almacén de materiales útiles para la navegación. Actualmente, sus instalaciones sirven como talleres de artes plásticas, centro de información turística y cafetería.
Museo Salvador Ferrando: Localizado en el municipio de Tlacotalpan, exhibe una gran cantidad de objetos, como mobiliario, pinturas, esculturas, cerámicas, porcelanas, mapas y artesanías. Consta de cinco salas, en la primera destacan pinturas al óleo y mobiliario del siglo XIX; en la segunda, trajes jarochos, porcelana china y muebles; la tercera contiene una colección de relojes del siglo XIX, fotografías y pinturas; en la cuarta sala sobresalen artesanías, instrumentos musicales, retratos de personajes que abarcan los siglos XVI, XVII y XVIII, y objetos arqueológicos de la región; la quinta tiene pinturas, esculturas y libros de diversas épocas.
Zona Arqueológica Tres Zapotes: Con una superficie de 1.5 hectáreas, de forma cuadrangular, destaca al centro el edificio, rodeado de un área ajardinada con flores, árboles frutales y palmeras. Cuenta con cuatro salas; la primera contiene dos vitrinas que en su interior presentan figurillas de barro, vasijas, yugos, metales con piedras y una fotografía de la primera estela C, cuyo original está en el Museo Nacional de Antropología de la Ciudad de México.
Dentro de la segunda sala se exhibe una mesa de piedra, brazos humanos y una columna con un guerrero, así como una estela D, que el relieve, destaca la Diosa Luna, quien da la mano a un guerrero que se encuentra arrodillado y otro detrás de la Diosa protegiéndola con un bastón de mando; hay también un búho de piedra y una roca que representa en una de sus dos caras la vida y, en la otra, la muerte.
En la tercera se tiene un incensario de forma cilíndrica; esculturas de mujeres y la de un hombre representando al jaguar. En la cuarta se sitúa la estela A, que en su relieve presenta al Dios de la Fertilidad, flanqueado por dos guerreros que lo protegen, en medio de las fauces del jaguar.
Regional Tuxteco: Ubicado en el municipio de Santiago de Tuxtla. Cuenta con un área ajardinada y dos salas de exhibición, donde hay piezas arqueológicas pertenecientes a las culturas totonaca y olmeca.
Sobresalen implementos para labrar la tierra, objetos de obsidiana, una cabeza olmeca, mascarones, esculturas, utensilios, indumentaria, instrumentos musicales, objetos ornamentales, urna funeraria, vasijas de cerámica, caritas, figuras sonrientes y de animales. En el jardín se encuentran esculturales monumentos de piedra procedentes de Tres Zapotes.