[Redacción]
*El museo sobre el chocolate se ubica en el kilómetro 78 de la antigua carretera Mérida-Campeche, junto al hotel Hacienda Uxmal y frente a la zona arqueológica
Mérida, Yucatán.- El papel que tuvo el cacao entre los mayas precolombinos y su uso como moneda, tributo o bebida para los nobles es la esencia de Choco-Story Uxmal, el Museo del Chocolate, un espacio cultural que rescata y difunde el valor de ese producto a través de una experiencia única orientada a preservar las tradiciones del pueblo originario.
La Secretaría de Fomento Turístico (Sefotur), que encabeza Saúl Ancona Salazar, lo invita a descubrir este recinto ubicado en el kilómetro 78 de la antigua carretera Mérida-Campeche, junto al hotel Hacienda Uxmal y frente a la zona arqueológica.
Se trata de un espacio único en su tipo que muestra la trascendencia histórica y cultural, así como los atributos medicinales y alimenticios de esta semilla apreciada y valorada desde hace miles de años por diversas civilizaciones de México y el mundo.
Choco-Story Uxmal abrió sus puertas el pasado 11 de julio y se localiza en las inmediaciones de esa zona arqueológica. Su concepción y desarrollo enriquece la oferta cultural, gastronómica y turística de la región.
El recinto cuenta con las licencias correspondientes de los tres niveles de Gobierno y es resultado de un esfuerzo privado y de la experiencia de sus mentores Mathieu Brees y Eddy Van Belle -originarios de Bélgica-, además del mexicano Agustín Otegui, todos expertos en el mundo de la chocolatería.
Hace más de una década, estos apasionados y entusiastas emprendedores e investigadores trabajan en el rescate del cacao mexicano considerado como uno de los mejores del mundo, mediante expediciones en busca de las mejores semillas, la recoja de variedades y la capacitación de los productores.
Desde 2009, Plantación Ticul, desarrollada por Belcolade, un prestigioso fabricante de chocolate belga, es el primer proyecto de cultivo de este tipo en Yucatán. Aunado a ello, se contempla la creación de un centro de investigación de este grano, muy escaso en el mundo.
Producto de todo este conocimiento y experiencia, nace Choco-Story Uxmal para conservar una práctica milenaria que se había perdido en Yucatán.
Este recinto forma parte de un circuito de museos situados en diferentes ciudades europeas como Praga, Brujas, París y próximamente Bruselas, bajo la misma premisa de dedicar la mayor parte de su conocimiento a mostrar al mundo la relevancia de los mayas y los aztecas, primeros en descubrir las bondades y propiedades alimenticias del cacao.
El diseño de la bienvenida y servicios al visitante están inspirados en la antigua Hacienda Uxmal. Las salas de exhibición son pequeñas chozas construidas a la usanza tradicional, o sea paredes de tierra roja y techos de palma de guano, que se incorporan perfectamente al paisaje selvático.
Cabe destacar que este espacio cuenta con las autorizaciones y licencias necesarias para ser una Unidad de Manejo para la Conservación y Aprovechamiento Sustentable de la Vida Silvestre (Uma), la cual ya fue aprobada por la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat).
Esto le permite albergar y proteger monos araña, venados cola blanca y jaguares, entre otras especies que tras ser maltratadas por el hombre o haber crecido en cautiverio, no pueden incorporarse a la vida silvestre.
Con una museografía y contenidos didácticos fácilmente comprensibles, el visitante podrá conocer el papel del cacao entre los precolombinos ya sea como moneda, tributo o bebida para los nobles.
También podrá visitar la recreación de una antigua casa maya y su cocina, además de observar las características de la planta que crece en climas tropicales, continuando con la llegada de una bebida a base de la semilla a la corte española en los siglos XVI y XVII, donde era consumida por la clase alta, así como el momento en que se inicia una gran industria con el producto.
El acervo del Museo se compone de reproducciones de piezas arqueológicas como estelas, vasijas, códices y tapas de incensarios. De igual forma hay una recreación de un entierro con su ofrenda y una destacada colección de chocolateras, así como tazas de cerámica y cobre que datan del siglo XVI al XVIII, las cuales fueron prestadas por los recintos hermanos de Praga, Brujas y París.
Las salas están ubicadas dentro de un cultivo de cacao y alrededor de una variedad de diferentes especiesde plantas endémicas como ceiba, achiote y balché. Existe un espacio destinado a la generación de miel de abejas meliponas, una especie nativa de Yucatán, cuyo producto es sumamente apreciado por su sabor y atributos medicinales.
El recorrido se enriquece con una ceremonia Chac Chaac, dirigida por un sacerdote maya y una sala de demostración donde se explica la elaboración del chocolate prehispánico.
Todos estos elementos complementan la misión del museo, que es brindar una experiencia única y de disfrute, generar conciencia sobre el cuidado del medio ambiente y fomentar la conservación de la riqueza cultural del pueblo originario y del cacao.
Asimismo, constituye una importante fuente de empleos directos e indirectos para las comunidades cercanas como Muna, Oxkutzcab, Ticul, Santa Elena y Tekax, entre otras.
Atención al público
Abre de lunes a domingo de 9:00 a 19:30 horas. Las tarifas son adultos 120 pesos, y niños de seis a 12 años, adultos mayores y estudiantes 90 pesos. Menores de seis años están exentos de pago.
Los yucatecos tienen un 50 por ciento de descuento en admisión general. La entrada es gratis para colegios oficiales de la zona rural de Yucatán.
Atractivos cercanos
Las zonas arqueológicas de Uxmal a dos minutos, de Kabah a 10 minutos, de Sayil a 20 minutos, de Xlapak a 25 minutos, de Labná a 25 minutos y las grutas de Loltún a 50 minutos.