(Redaccion)
Los jóvenes que todavía viven con sus padres tienen entre 25 y 34 años y representan al menos el 40 por ciento de los casos en el sur de Europa. Este arreglo familiar puede aumentar las cargas financieras para las madres, ya que mantener a un hijo adulto implica gastos adicionales que pueden afectar la estabilidad económica familiar
Ciudad de México 14 de julio del 2024.-Una investigación publicada recientemente en la revista ScienceDirect reveló que la convivencia prolongada de hijos adultos en el hogar podría tener consecuencias negativas significativas para la salud de sus madres, especialmente si los hijos son hombres.
A pesar que es más común que los jóvenes permanezcan en casa más allá de los 30 años debido a dificultades económicas para obtener vivienda propia, el impacto sobre la salud de los padres podría ser más perjudicial de lo que se pensaba.
Según el artículo, los jóvenes que todavía viven con sus padres tienen entre 25 y 34 años y representan al menos el 40 por ciento de los casos en el sur de Europa. Este arreglo familiar puede aumentar las cargas financieras para las madres, ya que mantener a un hijo adulto implica gastos adicionales que pueden afectar la estabilidad económica familiar.
Esta tensión financiera se ha asociado con problemas de salud como la hipertensión y enfermedades cardiovasculares en las madres.
Además del impacto económico, la convivencia prolongada puede hacer que las madres sientan invadido su espacio personal y limitada su autonomía, lo cual puede reducir la satisfacción con la vida y aumentar la sensación de frustración.
El estrés continuo derivado de esta situación puede desencadenar o empeorar problemas de salud física como dolores musculares, migrañas y trastornos digestivos. A nivel emocional, el desgaste puede debilitar el sistema inmunológico, aumentando la susceptibilidad a enfermedades.(Fuente: Salud 180/Foto: Freepik/Xeva)