(Redacción)
Diversos estudios afirman que el ‘vapeo’ no resulta una solución efectiva, pues no sólo no sustituye la dependencia a la nicotina, sino que también contiene otras sustancias dañinas y, a diferencia de lo que podríamos pensar, su consumo propiciaría la dependencia al cigarro a largo plazo
Ciudad de México a 22 de noviembre de 2021.-Los cigarros electrónicos, desde su creación en 1963, fueron fabricados en la búsqueda de sustituir el consumo de tabaco que, en la actualidad, es la primera causa de enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), y uno de los factores prevenibles que desencadenan diferentes tipos de cánceres.
Sin embargo, diversos estudios afirman que el ‘vapeo’ no resulta una solución efectiva, pues no sólo no sustituye la dependencia a la nicotina, sino que también contiene otras sustancias dañinas y, a diferencia de lo que podríamos pensar, su consumo propiciaría la dependencia al cigarro a largo plazo.
¿Qué diferencia al cigarro del vapeador?
A diferencia del cigarro, este dispositivo está conformado por un ‘liquido de vapeo’, constituido por sustancias como propilenglicol, glicerina, nicotina, atenuadas con la presencia de saborizantes.
¿Cuáles son los efectos de vapear?
Debido a su alto contenido en nicotina, se provoca una fuerte adicción en quien la consume. De acuerdo a un estudio de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC), el 99% de cigarrillos electrónicos contiene esta sustancia activa.
La nicotina impacta el desarrollo cerebral, afectando zonas como aquellas que modulan la atención, el aprendizaje, el estado de ánimo y el control de la impulsividad.
La letalidad de esta sustancia, además, es capaz de perturbar el proceso sináptico, que consiste en fortalecer la conexión entre células cerebrales, Durante las etapas tempranas del desarrollo, la sinapsis actúa muy rápido. Cuando una persona joven consume nicotina, esta comienza a ralentizar su proceso.
La nicotina, presente en los vapeadores, se encuentra en el vapor de agua. A su vez, hay otros derivados dañinos como el diacetilo, sustancia química que produce enfermedad pulmonar grave, y metales pesados como níquel, estaño y plomo, que podrían desencadenar diferentes tipos de cánceres. (Fuente: ElUniversal)