(Redacción)
Además de temerle a los objetos puntiagudos o cortantes, las personas con aicmofobia también temen a sufrir algún tipo de daño, creen se desmayarán, perderán el control y sufrirán un ataque de pánico
Ciudad de México a 29 de julio de 2021.- En días recientes se han hecho virales en redes sociales algunos videos de personas que sufren y gritan al momento de recibir la vacuna contra la COVID-19, por su miedo a las agujas, mejor conocido como aicomofobia.
Seguro viste en redes sociales un video en el que se ve a un joven lanzar alaridos cuando la enfermera estaba apunto de inyectarle la dosis contra el virus SARS-CoV 2. Después de varios intentos y gritos, el hombre “superó” su miedo y por fin dejó hacer su trabajo al personal de salud de Chihuahua.
Tal vez el video te pareció gracioso y hasta exagerado, sin embargo, la reacción que tuvo el joven frente a la jeringa se debe al miedo excesivo hacia objetos puntiagudos o cortantes.
¿Qué es la aicmifobia?
La aicmofobia es el miedo irracional a objetos punzantes o cortantes como agujas, cuchillos, tijeras, sierras, etcétera, así como a la lesión que pueden causar. Aunque también hay gente con esta alteración que también le teme a las puntas del paraguas, esquinas afiladas y hasta los dedos de la mano.
Hay que aclarar que la aicmofobia es distinta al miedo adaptativo de la fobia, que es cuando las personas sienten miedo o nervios antes de una inyección o de que le introduzcan una aguja vía intravenosa.
Una persona con aicmofobia puede marearse al simple contacto visual con objetos punzocortantes o sentir ansiedad, debido a que temen a sufrir algún tipo de daño, creen se desmayarán, perderán el control y sufrirán un ataque de pánico.
El patrón físico único que tienden a presentar las personas con este tipo de fobia es un incremento inicial de la presión sanguínea y del ritmo cardíaco, seguido por un rápido descenso de estos parámetros que, eventualmente, conduce al desmayo del paciente si este permanece en la situación.
Dicho patrón es conocido como difásico y es único a esta clase de fobias, según el portal especializado Psicología y mente.
Causas
Como todas las fobias, la aicomofobia podría ser causada por un acontecimiento traumático, susceptibilidades genéticas o también puede presentarse en personas neuróticas o con tendencia a sentir miedo en situaciones nuevas o desconocidas.
Tratamiento
El tratamiento contra la aicmofobia está compuesto por dos técnicas:
Exposición en vivo: El acercamiento gradual a los estímulos que producen reacciones fóbicas, por ejemplo ver la imagen de una aguja hasta que apenas genere ansiedad.
Conforme el paciente supere los estímulos, avanzará a situaciones más ansiógenas hasta llegar al objetivo de la terapia, que podría ser someterse a una extracción de sangre.
Tensión aplicada: Durante la exposición en vivo, el paciente debe tensar los músculos al mismo tiempo que se expone a agujas o cuchillos. Así se rompe progresivamente la asociación entre agujas y desmayo. (Fuente: El portal Psicología y Mente)