Estudio revela que espermatozoides envenenan con un factor genético para ganar la carrera hacia el óvulo

(Redaccion)

El ‘veneno’ son ciertas variantes genéticas que alteran las señales reguladoras –una especie de olfato a nivel celular– y aparecen ya en la fase temprana de la espermatogénesis, dijo el especialista

Ciudad de Mexico a 08 de febrero de 2021.- Un estudio realizado en ratones reveló que existe un grupo de espermatozoides que progresa más rápido en su camino hacia el óvulo, pues la mayoría de estos dispone de un juego de alelos –fragmentos cromosómicos– que los genetistas denomina haplotipo T, el cual les permite tener ventaja sobre los demás. 
Bernhard Herrmann, genetista alemán que dirigió el estudio, indicó que los espermatozoides con el haplotipo T consiguen inhabilitar los que no lo tienen. 

«El truco es que el haplotipo T ‘envenena’ todos los espermatozoides, pero al mismo tiempo produce un antídoto que actúa solo en los espermatozoides T y los protege», explicó el científico en al medio Sociedad Max Planck para la Promoción de la Ciencia.

Para entender el proceso, el investigador ejemplificó la situación con un maratón en la que intoxican a todos los participantes con el agua que se les ofrece durante la carrera, sin embargo, algunos de los corredores toman también un antídoto. 

El ‘veneno’ son ciertas variantes genéticas que alteran las señales reguladoras –una especie de olfato a nivel celular– y aparecen ya en la fase temprana de la espermatogénesis, dijo el especialista. 

La revista PLOS One publicó este estudio el cual se enfoca en una molécula concreta (RAC1) que sirve como interruptor en la transmisión al interior de la célula de las señales que llegan del exterior para activar otras proteínas. 

La investigación muestra que una de las funciones de esta molécula tiene que ver con esta capacidad de ‘olfatear’ el camino hacia el óvulo.

«La competitividad de los espermatozoides individuales parece depender de un nivel óptimo de RAC1 activo», señaló la primera autora de este artículo, Alexandra Amaral.

Tanto la actividad baja como excesiva de esta molécula «interfiere con el movimiento efectivo hacia adelante», añadió. (El Heraldo de México)

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