[Redacción]
El Adviento se celebra durante los cuatro domingos anteriores a la Navidad y es un tiempo de alegría para los cristianos, caracterizado por la preparación espiritual del nacimiento de Jesús
Ciudad de México.- La corona del Adviento inicia hoy en la Iglesia Católica para celebrar el Adviento que es el primer período del año litúrgico cristiano, y consiste en un tiempo de preparación espiritual para la celebración del nacimiento de Cristo.
El Adviento se celebra durante los cuatro domingos anteriores a la Navidad y es un tiempo de alegría para los cristianos, caracterizado por la preparación espiritual del nacimiento de Jesús, utilizando el color morado en la liturgia de la Iglesia durante este tiempo y elaborando una corona de pino o ramas verdes, con cuatro velas.
La forma circular de la corona simboliza: El círculo representa el ciclo de nuestra vida terrena. Es señal del amor de Dios que es eterno, sin principio y sin fin, y también de nuestro amor a Dios y al prójimo que nunca debe terminar.
Las ramas verdes: En lo posible ramas naturales que representan nuestra existencia que poco a poco se va marchitando, hoy estamos y mañana no. Verde es el signo de la esperanza que nace en nuestro corazón ante la proximidad del Niño de Belén. Dios quiere que esperemos su Gracia, el perdón de los pecados y la gloria eterna al final de nuestras vidas.
Las velas: Así como las tinieblas se disipan con cada vela que encendemos, los siglos se fueron iluminando con la cada vez más cercana llegada de Cristo a nuestro mundo. Son cuatro velas, tres de color morado y una de color rosado. Se prenden de una en una, durante los cuatro domingos de Adviento al hacer una oración en familia. En la noche de la Navidad, se cambian las cuatro velas todas por blancas, signo de Cristo Jesús que nace para disipar la tiniebla del pecado.
Significado de cada vela: Recuerda la espiritualidad de cada Domingo, los pasos que debemos dar. La primera de color morado nos invita a estar vigilantes porque no sabemos ni el día ni la hora; la segunda de color morado nos llama a la conversión para preparar el corazón; la tercera de color rosado recuerda la alegría cristiana que sólo Dios nos puede dar; la cuarta de color morado nos llama a esperar con la Virgen el nacimiento del Salvador.