[Redacción]
La manzanilla se cultiva en muchos jardines y también se vende comúnmente en herbolarios como remedio para la migraña y otros dolores y molestias
Ciudad de México.- Investigadores de la Universidad de Birmingham (Reino Unido) demostraron que es posible producir un compuesto con propiedades anticancerígenas directamente de la manzanilla o camomila, una planta de jardín común.
El equipo pudo extraer el compuesto de las flores y modificarlo para que pudiera usarse para matar las células de leucemia linfocítica crónica (CLL) en el laboratorio.
La manzanilla se cultiva en muchos jardines y también se vende comúnmente en herbolarios como remedio para la migraña y otros dolores y molestias.
El compuesto que el equipo de Birmingham estaba investigando se llama partenolida y los científicos lo identificaron con propiedades anticancerígenas hace varios años. Aunque está disponible comercialmente, es extremadamente costoso con pobres propiedades similares a las drogas y no ha progresado más allá de la investigación básica.
Los investigadores probaron un método no solo para producir el partenolida directamente de las plantas, sino también una forma de modificarlo para producir una serie de compuestos que mataron a las células cancerosas en experimentos in vitro. Las propiedades particulares de estos compuestos los hacen mucho más prometedores como medicamentos que podrían usarse en la clínica.
El compuesto de partenolida parece funcionar al aumentar los niveles de especies reactivas de oxígeno en las células. Las células cancerosas ya tienen niveles más altos de estas moléculas inestables, por lo que el efecto de la partenolida es aumentar los niveles de estas hasta un punto crítico, causando que la célula muera.
El estudio, publicado en ‘MedChemCom’, es un programa multidisciplinario que agrupó a investigadores del Instituto de Cáncer y Estudios Genómicos de la Universidad y de la Facultad de Química la Universidad de Birmingham, mientras su Jardín Botánico Winterbourne supervisó el cultivo de las plantas en un volumen suficiente para que se llevara a cabo la detección de drogas.