Hablemos del chile, sin albur

[Redacción]
¿Qué sería de los antojitos y los moles sin chile? Este alimento es parte intrínseca de nuestra cultura, es sabor, leyenda y arma poderosa
Ciudad de México.- Efectivamente, tanto verde como seco, del chile tenemos infinidad de cosas que contar, por ejemplo:
Y es que la cantidad de chile que por año consume cada mexicano es de 18 kilos en promedio.
Nuestros antepasados, en los campos de batalla, quemaban chile seco para crear una cortina de humo, era un arma poderosa.
Chiquito, pero picoso, el chile piquín es el tatarabuelo de todos los chiles.
En la magia negra, el chile es utilizado para separar parejas o para crear dificultades.
Los mexicas acreditaban al chile como afrodisiaco, pues lo relacionaban con Tlazólteoltl -diosa de la lujuria y los amores ilícitos-.
De los chiles secos se extrae una sustancia conocida como oleorresina, que se unta en carnes y embutidos para darles mejor sabor.
En algunas regiones de México, las mujeres embarazadas no pueden entrar en los chilares, pues dicen que les quitan el picor a los chiles.
Además, el chile, es rico en vitaminas: el vegetal con mayor concentración de ácido ascórbico que se conoce. Los chiles frescos contienen más del doble de vitamina C que el limón y la naranja y casi seis veces más que la toronja; los secos, por su parte, contienen vitamina A en una proporción mayor que las zanahorias.
A todo mexicano le gusta el sufrimiento placentero que proporciona una buena enchilada, y gracias a nuestros pequeños y medianos productores México seguirá gozando de la fama que el chile le ha proporcionado.
“Ahora es cuando chile verde, has de darle sabor al caldo”.

Deja un comentario

Cerrar menú