[Redacción]
La participación ciudadana juega un papel fundamental a través de la denuncia
Ciudad de México.- El tráfico ilegal de vida silvestre se constituye como una infracción o delito en la legislación ambiental de México, e involucra la extracción, acopio, transporte, comercialización y posesión de especies de flora y/o fauna silvestre, mediante la captura caza y colecta, en contravención de las leyes y tratados nacionales e internacionales
Y es que en el portal de la SEMARNAT, da a conocer que esta actividad ilícita tiene un impacto directo e irreversible sobre los ecosistemas y su biodiversidad. Es posible observar esto en el gran declive que han mostrado las poblaciones de especies de alto valor comercial en los últimos años.
World Wildlife Fund (WWF) indica que el tráfico ilícito es la segunda causa de pérdida de flora y fauna del planeta, y que después de las drogas y armas, es el tercer crimen organizado de mayor impacto mundial.
Aunado a ello, las implicaciones que tiene dicho tráfico sobre el marco social y económico son graves: pone en riesgo la seguridad nacional debido a su cercana relación con otras actividades ilícitas, frena el crecimiento de comunidades locales, debilita gobiernos y representa serios riesgos para la salud mundial (WWF, 2012).
El principal factor que detona el tráfico ilegal de vida silvestre es la demanda de mercado, la cual a su vez es promovida por grupos de consumidores impulsados por diferentes valores sociales y culturales profundamente arraigados.
La participación ciudadana juega un papel fundamental en la lucha contra el tráfico ilegal de vida silvestre y la denuncia representa un mecanismo clave para el funcionamiento óptimo de las políticas ambientales enfocadas a esta problemática.