Casos de sarampión en la Ciudad de México

[Redacción]

El sarampión es prevenible con vacunación

El sarampión se transmite por contacto con gotitas provenientes de la nariz, la boca o la garganta de una persona infectada

En México la fortaleza del Esquema Nacional de Vacunación ha permitido eliminar la circulación de este virus del territorio nacional

Ciudad de México.- El sarampión es una enfermedad altamente contagiosa causada por un virus. Se caracteriza por fiebre, tos, secreción nasal, ojos rojos y erupción cutánea (exantema). Se transmite por contacto con gotitas provenientes de la nariz, la boca o la garganta de una persona infectada. No hay ningún tratamiento específico, el manejo es únicamente sintomático.

En 2017, la OMS registró 21,315 casos de sarampión y 35 defunciones tan solo en Europa, 400% más que el año anterior (con 5,273 casos). En 2017 los países más afectados en Europa fueron Italia (4,803) y Rumania (4,487).

En 2018 se han notificado casos importados en ocho países de las Américas: Antigua y Barbuda (1), Brasil (8), Canadá (3), Estados Unidos de América (11), Guatemala (1), México (1), Perú (1) y Venezuela (159).

El Sistema Nacional de Vigilancia Epidemiológica (SINAVE) identificó en la Ciudad de México, tres casos, el primero corresponde a una mujer de 39 años de edad de origen italiano, residente de la Delegación Benito Juárez; el segundo a un menor de un año de edad, hijo de la mujer de 39, y el tercer caso corresponde a una mujer de 48 años, quien cuida del menor, esta última es residente de la Delegación Tlalpan. Los tres casos señalados fueron confirmados por el Instituto de Diagnóstico y Referencia Epidemiológico (InDRE) y actualmente se encuentran asintomáticos.

Los tres casos confirmados, de acuerdo a la OPS, son clasificados como asociados a importación, cuya enfermedad fue contagiada por una persona infectada que vino de fuera del país (aún no identificada), lo que es sustentado por la ausencia total de circulación del virus de sarampión en los últimos dos años en el país.

En México no se tiene registro de casos autóctonos de sarampión desde el año de 1996.

La Secretaría de Salud Federal y los Servicios de Salud de la Ciudad de México se encuentran realizando acciones en campo para la identificación de posibles casos secundarios, así como acciones de promoción, prevención, vacunación y control de la enfermedad.

El hallazgo de estos casos asociados a importación demuestra la fortaleza del SINAVE, que permite detectar oportunamente los casos y actuar en consecuencia.

¿Qué sabes del sarampión?

El sarampión es una enfermedad viral que puede prevenirse a través de la vacunación, sobre todo teniendo coberturas altas entre la población. El grupo más susceptible de adquirir esta enfermedad es el de los niños pequeños y las mujeres embarazadas que no han sido vacunados.

Los síntomas del sarampión cambian conforme se desarrolla la enfermedad. El primer signo es la fiebre alta que dura entre 4 y 7 días, y se presenta después de 10 o 12 días de estar en contacto con el virus.

Durante la fase inicial del sarampión puede haber congestión nasal, tos, ojos rojos y con secreciones y manchas blancas en la parte interior de las mejillas.

Posteriormente se produce exantema, es decir, una erupción rojiza en la piel que dura de 5 a 6 días e inicia en la cara y parte superior del cuello, se extiende hasta cubrir el cuerpo en un periodo aproximado de 3 días y luego desaparece.

El sarampión puede tener complicaciones graves, incluso ser mortal. Algunas de las complicaciones son neumonía, encefalitis, diarrea grave e infecciones del oído y respiratorias.

¿Cómo se transmite y cuál es su tratamiento?

En una persona infectada con sarampión, el virus se encuentra en las secreciones de la nariz y la faringe. Cuando tose o estornuda, las gotitas de saliva que expulsa pueden transmitir el virus y causar la enfermedad.

No existe un tratamiento antiviral específico para el sarampión. Sin embargo, para evitar complicaciones graves la atención incluye una nutrición adecuada, la ingesta de líquidos, el tratamiento de los cuadros de deshidratación, la prescripción de antibióticos en caso de ser necesarios (por infecciones de ojos, oídos o neumonía) y la suplementación de vitamina A. Este último, con un comprobado efecto para reducir la mortalidad.

¿Cómo prevenir el sarampión?

La vacunación y la vigilancia epidemiológica son dos de las principales herramientas para prevenir el sarampión.

La vacunación es segura, eficaz y económica. El esquema para la vacuna triple viral (SRP) que protege contra sarampión, rubeola y parotiditis, indica la aplicación dos dosis: la primera a los 12 meses cumplidos y un refuerzo a los 6 años.

Los adolescentes y adultos que no cuentan con las dos dosis de la vacuna SRP pueden recibir la vacuna contra sarampión y rubeola (SR).

Por otro lado, la vigilancia epidemiológica es fundamental para identificar posibles casos de sarampión y tomar acciones.

En el mundo, las muertes por sarampión disminuyeron 84% del año 2000 al 2016, sobre todo, gracias a la vacunación.

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