Parque Nacional Insurgente José María Morelos

[Redacción]

La belleza escénica de sus bosques y la riqueza biológica de la región del Temascal se resguardan en esta Área Natural Protegida de Michoacán

Morelia, Michoacán.- Los bosques de coníferas, pino y encino que retratan la belleza de este lugar en los municipios de Charo y Tzitzio, son parte de la vegetación que alberga esta área natural protegida, decretada el 22 de febrero de 1939.

Ahí nacen los manantiales como La Laja y el Ojo de Agua de los Tepetates cuyas aguas forman el río del Salto, tributario del río de las Balsas.

Con una superficie de 7 mil hectáreas, el lugar posee flora y fauna representativas como el pino real (Pinus montezumae), cedro de San Juan (Cupressus lusitanica), y encino (Quercus rugosa).

Es hábitat del zopilote (Cathartes aura), águila real (Aquila chrysaetos), conejo cola de algodón mexicano (Sylvilagus cunicularius), coatí, tejón (Nasua narica), zorra gris, coyote (Canis latrans) y venado cola blanca (Odocoileus virginianus), entre otros.

También es hogar de especies únicas como el colibrí berilo (Amazilia berillyna), rascador cejas verdes (Arremon virenticeps), rascador gorra canela (Atlapetes pileatus), zumbador mexicano (Atthis heloisa), rascador cejas verdes (Arremon vrenticeps), matraca serrana (Campylorhynchus gularis), chipe rojo (Cardellina rubra), zorzal mexicano (Catharus occidentalis), entre otros.

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