[Redacción]
Los mexicas lo relacionaban con el Dios Tezcatlipoca, así como con las deidades del sol y de la vida
Ciudad de México.- Los mayas consideraban al guajolote un animal sagrado; hoy en tiempos modernos es mejor conocido como pavo, y es el único animal doméstico originario del norte del Continente Americano.
Y es que su nombre mexicano “guajolote”, proviene del náhuatl “huexólotl”, que se traduce como “viejo monstruo” o “gran monstruo”, porque hace alusión al gran tamaño del macho y sus exuberantes plumas ornamentales, adornado por una roja cabeza, y un trozo de piel que cuelga de su frente, conocido como “moco”.
Los mexicas lo relacionaban con el Dios Tezcatlipoca, así como con las deidades del sol y de la vida.
Por otra parte, en el norte de América, las culturas Apache y Hopi, lo asociaban a prácticas curativas y agrícolas, como un “dador de vida” y partícipe de la creación de la Tierra.
Entre sus propiedades encontramos que el pavo es rico en ácidos grasos, por lo que protege la salud del corazón, ademas tiene un contenido en colesterol muy bajo.
de igual forma es una carne que ayuda a prevenir la aparición de enfermedades cardiovasculares y cuenta con alto contenido en hierro y su carne es rica en vitaminas del grupo B.
La costumbre de preparar pavo en Navidad proviene de la población cristiana, quienes en el siglo XVI eran, en su mayoría, nobles de las monarquías europeas y al festejar el mayor día de su religión, hicieron de este manjar una costumbre, pues además de delicioso y rendidor es una opción excelente para compartir con toda la familia.
Dentro de la Navidad, el pavo relleno es el platillo más típico de esta festividad, razón por la que es importante destacar que la producción anual de carne de guajolote en nuestro país supera las 22 mil toneladas, teniendo como principales productores a los estados de México, Puebla y Chihuahua.