[Redacción]
A nivel mundial, México ocupa el segundo lugar en producción de chile verde, con dos millones 922 mil toneladas al año; los estados de Chihuahua, Sinaloa, Zacatecas, San Luis Potosí y Michoacán destacan como los principales productores de este picoso y nutritivo alimento
Ciudad de México.- El chile verde es un referente de la cocina mexicana y esencial en la preparación de salsas, sopas y platillos como el “chilito verde”, receta que incluye carne de cerdo, flor de calabaza, habas, calabacitas y tomate verde.
Y es que a nivel mundial, México ocupa el segundo lugar en producción de chile verde, con dos millones 922 mil toneladas al año; los estados de Chihuahua, Sinaloa, Zacatecas, San Luis Potosí y Michoacán destacan como los principales productores de este picoso y nutritivo alimento.
Para Nicolasa Hernández Muñoz, cocinera tradicional y coordinadora del grupo Nahua de las cocineras de Contla, municipio de Tlaxcala, la diversidad de productos del campo facilita la preparación de recetas, una herencia de las abuelitas y mamás de la región, quienes enseñan a sus hijas procesos como la nixtamalización, martajar salsas y echar tortillas.
Un platillo que se cocina durante la temporada de lluvias es el “Chilito verde”; primero se sella la carne en un poco de aceite; por separado se muele tomate verde, cebolla, ajo, chile verde, cilantro y un poco de sal; la salsa resultante se agrega a la carne y se sazona.
Se agrega un poco de agua y las habas verdes, se hierve por unos minutos y se integran las calabazas picadas en cubos y las flores de calabaza ya limpias y cortadas en cuatro, se hierve otros minutos y se apaga.
El guiso, que se sirve caliente y se acompaña con tortillas azules o blancas, se cocina con productos de temporada, explica Nicolasa Hernández quien también pertenece al grupo de las “Guardianas de la tierra del maíz”. La experiencia de cocinar incluye, además, recorrer el campo y recoger la cosecha de la milpa: huitlacoche, chilacayote, chayote y quelites, entre otros productos
Se trata de alimentos naturales y frescos, ingredientes que nuestros abuelos nos enseñaron a querer y a cocinar, de ahí la importancia de transmitir el valor y amor por nuestras tradiciones.