[Jorge Jesús de la Cruz]
* Transbus, conflicto que viene
Todo parece indicar que el Transbus como empresa va a desaparecer en el corto plazo, ya están en quiebra, cuando todavía está por cumplir 9 años de entrar en operación, –arrancaron con el Corredor Méndez el 1 de agosto del 2008–, al grado que ya se tienen los acuerdos con la empresa ADO para que asuman el control del servicio urbano en la ciudad, porque esta empresa ha ido a menos, en particular desde que incendiaron 47 unidades a finales del 2015.
Los concesionarios del transporte andan temerosos, dicen van a perderlas, por eso piden se regrese al esquema anterior de combis, pese a que no es recomendable por los accidentes que a diario se generaban al estar los choferes usando como pistas de carreras las calles y avenidas de la ciudad, al ir peleándose el pasaje.
Cuando los organizaron en una empresa, la intención era que cada concesionario cambiara la mentalidad de trabajo, acostumbrados a recibir cada noche la renta diaria de las unidades de su propiedad y con los autobuses, tendrían que someterse a esquemas diferentes, como es pagarles quincenalmente a los choferes, meterlos al IMSS, entre otras acciones fiscales; en el papel se veía un buen proyecto, desafortunadamente les falto experiencia para hacer las cosas bien y ahora están las consecuencias.
Los transportistas han expresado que no están de acuerdo venga ADO y los desplace, exigen por lo tanto sus placas, esto si no se atiende con mucha sagacidad política, podría detonar en un conflicto grave, con repercusiones al público usuario que solamente exige un servicio de movilidad urbana acorde a las tarifas que se pagan diariamente.
El tema del transporte siempre será complejo, el Transbus fue un experimento bueno, desafortunadamente no lo vieron como una empresa, no pudieron cambiar la mentalidad para hacerla crecer. Cuando arrancó el Corredor Méndez, los ejecutivos de la agencia automotriz dijeron que la vida útil de los autobuses es de 10 años, y si el mantenimiento era optimo, podrían durar hasta 15 años; apenas tienen 8 años y medio de estar en circulación los primeros 70 autobuses, los demás entraron en fechas posteriores, y en la actualidad, la mayoría son chatarras.
La ciudadanía quiere un servicio moderno, seguro, confortable, eficaz, eso es lo que está propiciando el gobierno estatal, cumplir con una política pública sensible; si el Transbus no puede cumplir sus expectativas, no queda de otra, y que vengan las empresas que estén en condiciones de ofrecer un servicio por las tarifas que se pagan. Los reclamos de concesionarios, justos o no, deben atenderse de mejor manera, para evitar conflictos, sin afectar a nadie.
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