[Redacción]
La fotografía de paisaje también revela nuestra situación social, considera el reconocido maestro de la lente al impartir diplomado
Villahermosa, Tabasco.- “El paisaje tiene una función social y ya no sólo es contemplativo. Corrientes de la fotografía como el retrato, fotografía documental, foto reportaje e imágenes de movimientos bélicos lo toman en cuenta para mostrar la condición social y los cambios que se están dando”, manifestó Lorenzo Armendáriz al participar en el diplomado Realización de Proyectos Fotográficos, en el Centro de la Imagen de Tabasco (CIT).
El maestro de la lente impartió el módulo “El paisaje”, durante el cual propuso romper los esquemas tradicionales: la foto bella, la puesta del sol y los panoramas relacionados con la naturaleza, porque hay corrientes contemporáneas que no se consideraban en el paisajismo y que consideran como tal todo el espacio de nuestra atmósfera y medio ambiente, apuntó ante fotógrafos reunidos en el CIT, institución que forma parte del Instituto Estatal de Cultura
Armendáriz se define como autodidacta ya que antaño no había escuelas de fotografía, y observó que en la actualidad no sólo se puede aprender esta profesión sino también convertirse en artista visual al aprender de otras disciplinas, ya que hay mucha oferta en ese sentido.
No todo es tomar una bonita foto
El uso de la tecnología facilita la exhibición de imágenes pues uno mismo puede publicarlas en sus redes por medio de foto-libros o libros de autor, mientras que antes para tener un libro impreso pasaban años.
Aparte de ello, el celular es una valiosa herramienta de apoyo, pero lo más importante no es nada más tomar una bonita foto, sino armar proyectos abundó ante los alumnos del diplomado de actualización profesional impartido del 18 al 22 de julio en el Centro de la Imagen de Tabasco (CIT).
La trayectoria de Lorenzo Armendáriz comprende proyectos personales iniciados en 1995 sobre gitanos en México, Europa y América Latina. En la actualidad trabaja proyectos sobre los pastores nómadas de chivos en los desiertos de San Luis Potosí y Oaxaca, y de camellos en el desierto del Sahara.
