[Jorge Jesús de la Cruz]
* Urge darle cultura vial a policías
* Les gana la arrogancia y prepotencia
En el inicio de la semana la Secretaria de Seguridad Pública dio a conocer que se graduaron policías de la 16va antigüedad, hubo una ceremonia a la que asistió el gobernador Arturo Núñez, donde se dijo que los nuevos elementos están bien preparados, listos para irse a las calles a servir a la población. De hecho el slogan que usan en las patrullas dice “servir y proteger”, sin embargo, hace falta poderlos instruir en educación vial, porque vaya que adolecen de ello.
De nada sirve que se presuma la graduación de nuevos policías, y hasta se entreguen constancia a cada joven, por su desempeño en el aula y mostrar aptitudes que los conviertan en elementos confiables a la sociedad, si en asuntos tan sencillos como la cultura vial, no dan una, al contrario, pareciera que el uniforme les da valor para estacionarse en doble fila, en espacios reservados para las paradas y lo más delicado, que invadan rampas para personas con capacidades diferentes.
No estoy generalizando, pero desafortunadamente los malos elementos que carecen de cultura vial son los que destacan, precisamente por cometer infracciones al reglamento de tránsito y no hay quien los infracciones, o al menos que lo den a conocer para saber si les ponen correctivos.
Para el reportero, no es la primera ocasión que vemos a agentes policiacos, a bordo de las patrullas mal estacionados, y provocan pena, se suponen que son los primeros indicados en respetar las reglas de la vialidad, para que luego ellos puedan sancionar conforme a la ley, a quienes no respeten los espacios de estacionamiento.
Un ejemplo fehaciente ha sido el policía que tuvo a su cargo la patrulla de Seguridad Pública el lunes, con el número de identificación 538614, al estar estacionado a las puertas del Congreso local, obstruyendo la rampa. Quizás pueda decir a su favor ese mal elemento, que no había nadie en ese momento queriendo usar el espacio destinado a las personas con capacidades diferentes, pero la regla señala que debe estar de manera permanente sin ser obstruido; quizás ese policía tenga alguna discapacidad mental, para que pudiera ocupar ese lugar con todo el cinismo mostrado, porque se le dijo que estaba mal estacionado y en tono amenazante respondió que la valía y luego pretendió tomarnos la foto, desconocemos si al final lo haya hecho.
Hicimos la denuncia en redes sociales de este mal elemento, generó críticas, porque no está cumpliendo con su deber; no obstante, éste no es el único caso donde los policías se estacionan donde les da la gana, pensando que el uniforme les permite esta arrogancia y prepotencia. En una ocasión anterior, se denunció a la patrulla 72645, igual obstruyendo una rampa, sin que se tuviera conocimiento que haya sido sancionado.
El problema es que el mal ejemplo es generalizado, también los elementos de la Policía Federal impunemente cometen estos abusos, la semana pasada estaba sobre la banqueta en Plaza de Armas, la pick up 14369 se hizo la denuncia en redes sociales, y una cuenta que depende de la institución se comprometió a investigar los hechos, hasta el momento no han informado lo que hayan hecho, el caso es que estos excesos son reprobables, dejándolos sin calidad moral para querer poner orden en la vialidad, cuando ellos no son el mejor ejemplo a la sociedad.
Estas acciones son comunes en cualquier lugar, de día o de noche, por el hecho de portar un uniforme, creen que pueden hacer esos abusos. Por eso creemos que de nada sirve presumir que hay una nueva generación de policías listos para salir a las calles a servir a la población, si no tienen los mínimos conocimientos sobre cultura vial.
Valdría la pena que les dieran cursos intensivos de educación vial, son un peligro al volante y por traer patrullas, se sienten intocables. Una policía con estos excesos, deja una mala imagen a la sociedad, es por el bien de la corporación, ya que nada logran con andar de altaneros, prepotentes, estacionándose en sitios prohibidos.
DE LA BITACORA.- Otros quienes cometen esos excesos son también los choferes de funcionarios, estos están peor, porque se quedan en el interior de las unidades con el clima encendido consumiendo gasolina indebidamente, aunque presuman que hay austeridad. *** Cuando hay eventos en Palacio de Gobierno, la prepotencia se ve a su máxima expresión, al subirse a la banqueta, estacionarse en zona prohibida, y curiosamente no hay ningún agente de tránsito para poner orden, porque ese es su deber, sin importar la jerarquía del que cometa la falta. *** No se puede andar infraccionando a ciudadanos, si los uniformados, los chalanes de funcionarios que se creen guaruras, andan poniendo el mal ejemplo. El orden debe empezar en casa, aunque no les parezca, ya que la sociedad los señala de arbitrarios. ***
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