[Jorge Jesús de la Cruz]
* La civilidad de Rosalinda y Alí
Rosalinda López Hernández y Jesús Alí de la Torre salieron juntos ayer a caminar en el mercado público “José María Pino Suárez” como parte de las estrategias que ambos tienen hacia sus aspiraciones electorales en el 2018. El recorrido fue bien visto por propios y extraños, que lejos de sorprenderse por verlos juntos, les llamo la atención esta muestra de civilidad y apertura, debido a que ambos tienen formaciones políticas diferentes, podría decirse que en algún tiempo fueron antagónicas.
Los dos políticos tabasqueños han señalado con anterioridad la necesidad de establecer un acuerdo con la población para darle nuevo rumbo a Tabasco, que se pueda crecer con rumbo fijo, haciendo frente a graves problemas como la inseguridad, el desempleo, la falta de oportunidades a los jóvenes. Han sido precisamente las coincidencias lo que permite verlos juntos, dejando a un lado cualquier diferencia, prevaleciendo la madurez política para consolidar el proyecto político que impulsan.
A principios de marzo en este espacio anotamos que López Hernández camina con paso firme en el Movimiento Ciudadano que va construyendo, tejiendo alianzas, sumando todo lo que representa avanzar en un cambio con dirección; no quitará el dedo del renglón para estar en las boletas electorales, es una mujer de lucha que ha demostrado no dejarse ante nadie, siempre dispuesta a escuchar a los demás para pensar en un mejor Tabasco.
Alí de la Torre es un político que no se ha dejado vencer por la adversidad, luego de que en el 2012, pese a obtener la mayor cantidad de votos que el PRI ha logrado en la entidad, sigue caminando, para consolidar de nueva cuenta la aspiración que tiene por Tabasco. Hay que recordar que el 16 de agosto del 2015, presentó ante la sociedad civil el acuerdo de la Agenda por la Dignidad, la Unidad y el Progreso de Tabasco.
En esa ocasión dijo que más allá de los intereses personales, le preocupa la situación actual y el destino de muchos, lo que obliga a tomar decisiones y a organizarse muy bien para incidir en el futuro inmediato de nuestro estado. De allí su caminar por los municipios, generando consensos.
Lo que es relevante, la civilidad política de ambos para ir escuchando juntos a la población. Lo de ayer es sin lugar a dudas, una muestra de que se puede transitar sin golpes bajos, ni guerra sucia, a una nueva transición en Tabasco. Lo que bien empieza, debe terminar mejor. Enhorabuena por estos encuentros.
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