[Antonio Rivera]
*Para corresponder al honor del nombramiento, utilizaremos la tecnología para dar a conocer nuestra riqueza cultural: Geney Torruco Saravia
Villahermosa, Tabasco.- Para corresponder al honor de haber sido designado Cronista Municipal, voy a intensificar mi trabajo de difusión de la historia, costumbres, tradiciones y de las diversas etapas por las que ha pasado Centro; a dar asesorías, atención y orientación a todos quienes quieran investigar sobre el municipio, para lo cual tendré abiertas las puertas abiertas de mi oficina, estableció el historiador Geney Torruco Saravia.
“No me voy a dedicar a hacer crítica política o análisis político; no es el papel de un cronista. Voy a ocuparme de recoger anécdotas, leyendas y documentar todo en este sentido. Hasta hay quienes que me han llamado para reunirnos porque quieren platicarme detalles de la ciudad que poco se conocen”, expuso el también economista en una entrevista durante la que demostró sus dotes de conversador.
Refirió que en su plan de trabajo -que ya presentó al Concejo Municipal de Centro-, se encuentra revisar la nomenclatura de las calles para que todas tengan su nombre bien rotulado en las esquinas, propuesta que ha impulsado desde hace años; “hacer una revista digital, meternos al Facebook, al twitter, modernizarnos para difundir toda nuestra riqueza informativa y cultural”, enfatizó.
Reconocimiento a 30 años de investigaciones
Así también, pretendo visitar el mayor número de comunidades posibles para recoger sus historias; nutrirnos de ideas de autores de otras latitudes para aplicarlas en Villahermosa, así como asesorar a quienes lo requieran sobre la bibliografía que pueden consultar sobre la ciudad, y en dónde pueden hacerlo, mencionó el también catedrático-investigador de la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco.
Geney Torruco consideró que el nombramiento de Cronista Municipal es un reconocimiento que recibe después de haber publicado más de 7 mil páginas sobre la historia de la ciudad, de dedicarse a dar pláticas, conferencias, cursos sobre el municipio y Tabasco; en este sentido, refiere en especial una de sus obras: “Villlahermosa nuestra ciudad”, que constituye una base para cualquier persona que quiera estudiar aspectos históricos de esta demarcación.
Recordó que la propuesta de escribir ese libro (que ya lleva 13 tomos), fue del ahora ex alcalde de Centro Amador Izundegui Rullán, quien en 1986 le pidió escribir un texto para justificar los nombres de la calles de esta ciudad, pero en el proceso se dio cuenta que la gente no conocía la historia local y sugirió al munícipe escribir un texto sobre esa materia, que inicialmente se iba a llamar “Colonias, barrios y calles de Villahermosa”, pero se le cambió.
Por terminar, el tomo 14 de “Villahermosa nuestra ciudad”
El primer tomo apareció en diciembre de 1987 y gustó mucho -incluso fue presentado en la Ciudad de México-, por lo que se destinaron recursos para el segundo; así las cosas, durante los años siguientes se fueron publicando los demás tomos, hasta llegar al número 13 que se publicó en el 2006, que abarca hasta el final del gobierno de Noé de la Flor Casanova y el inicio de campaña de Francisco J. Santamaría, refirió.
Mediante estas publicaciones he logrado aportar información sobre la evolución de la ciudad, y el tomo 14 tomo lo tengo a medias porque no contaba con recursos, pero confío en terminarlo pronto ya que hay mucho pendiente de contar sobre la historia de la ciudad y el estado, apuntó Torruco Saravia, quien indicó que en 1986 el secretario del Ayuntamiento era Francisco Peralta Burelo, actual presidente del Concejo Municipal.
Hijo de agricultor y nacido en la ranchería Ostitán, Huimanguillo, inició su educación primaria a los 10 años en la escuela “Arnulfo Giorgana Gurría”, en la cabecera municipal de su comunidad, comenzando en cuarto grado previo examen de conocimientos; en 1960 se trasladó a la Ciudad de México a estudiar la preparatoria y su carrera en la UNAM, egresando como licenciado en Economía y en 1984 regresó a Tabasco.
Recomienda a jóvenes estudiar intensamente
Después de 24 años en la capital mexicana (periodo durante el que trabajó en instituciones como BANAMEX, CONACYT, PEMEX y FERTIMEX), además de publicar los libros “Los nombres raros en Tabasco y “Doña Marina Malintzin” de gran éxito; regresó a Tabasco como director del Fondo Mixto para el Desarrollo Industrial del Estado; luego fue director de Fomento Industrial y a partir de 1986 es investigador de la Secretaría de Educación,
“Antes sacaba datos a mano, llegaba a casa a teclearlos para después pasarlo el texto en la preparación del libro, y fue hasta el tomo 4 o 5 que aparecieron las computadoras en mi oficina y empezamos a utilizar la tecnología”, apunta el investigador quien como remate recomienda a los jóvenes no perder el tiempo chateando o mandando mensajes en los que sólo exhiben su falta de ortografía, “que estudien, trabajen y traten de salir adelante”.
