[Eduardo Vidal]
Informo que las autoridades de los 212 sistemas DIF municipales de la entidad deben enfocar su actuación hacia la protección de los menores, y de ser necesario solicitar el apoyo o coordinarse con la Fiscalía General del Estado
Xalapa, Veracruz.- Un exhorto a las presidentas de sistemas municipales para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF), para que estén muy atentas de las niñas y los niños veracruzanos, y evitar que sean víctimas de abuso o explotación, hizo la diputada local María Belén Fernández del Puerto.
Y es que en su calidad de presidenta de la Comisión Permanente de los Derechos de la Niñez de la LXIII Legislatura del Estado, reconoció que en la entidad se ha hecho un gran trabajo en favor de los menores, “pero siempre hará falta más. Conforme pasa el tiempo surgen nuevos problemas, como los que trae aparejado el desarrollo tecnológico, con beneficios pero también riesgos para los niños, sobre todo si no se les atiende adecuadamente”.
Manifestó que niñas y niños tienen a la mano nuevas tecnologías que pueden ser muy positivas o negativas, dependiendo de su uso, y por ello los padres de familia, autoridades, maestros y sociedad en general deben permanecer vigilantes.
De acuerdo con la Legisladora, por estas razones las autoridades de los 212 sistemas DIF municipales de la entidad deben enfocar su actuación hacia la protección de los menores, y de ser necesario solicitar el apoyo o coordinarse con la Fiscalía General del Estado (FGE): “Si bien el cuidado, los valores, y la educación inician en casa, es muy importante permanecer atentos”.
María Belén Fernández reconoció el trabajo que realiza el DIF Estatal, encargado de vigilar el buen funcionamiento de los albergues infantiles de la entidad, ya sean de carácter privado, o administrados por el Estado y los ayuntamientos.
“Sin distinción, todos se visitan frecuentemente para cuidar que se cumpla lo establecido por la ley, y garantizar que los niños estén bien atendidos, que no sufran maltrato”, dijo.
Lo ideal sería que no existan los albergues –concluyó–, pero son necesario porque hay menores que desafortunadamente quedan sin familia o sufren maltrato en su hogar y deben ser resguardados en un lugar seguro.
