[Redacción]
Afirmo que los ayuntamientos tienen autonomía para decidir si aplican o no el Reglamento, pero si se resisten, las autoridades deberán asumir las consecuencias del desorden vial, accidentes y el malestar que eso provocaría entre los ciudadanos
Xalapa, Veracruz.-El diputado José Ramón Gutiérrez de Velasco Hoyos, afirmo que sin distinción de siglas partidistas, los presidentes municipales de Veracruz deben aplicar el nuevo Reglamento y la Ley de Tránsito y Seguridad Vial, pues como autoridades deben tomar decisiones que contribuyan a garantizar el orden y no tener miedo al “costo político” que eso les pueda generar.
Y es que como presidente de la Comisión de Seguridad Pública de la LXIII Legislatura del Estado, reconoció que “los ayuntamientos tienen autonomía para decidir si aplican o no el Reglamento, pero si se resisten, las autoridades deberán asumir las consecuencias del desorden vial, accidentes y el malestar que eso provocaría entre los ciudadanos”.
Dijo que quienes más se quejan de este ordenamiento son conductores a quienes les gusta infringir la ley, que hablan por teléfono o mandan mensajes por su celular mientras manejan: prácticas que aumentan en cuatro veces el riesgo de algún percance.
“Otros inconformes –continuó– son quienes se pasan los altos o manejan ebrios y los taxistas que conducen como locos. Porque los ciudadanos que piden orden no protestan; por el contrario, avalan la normatividad vigente”.
Manifestó que a los presidentes municipales les da miedo aplicar el Reglamento porque piensan que tendrá algún “costo político”, que la gente se va a manifestar: “Ellos deben contribuir a poner orden y no es para que les tiemblen las canillas, o la mano, al tomar decisiones que garanticen la seguridad o integridad física de la población”.
A manera de ejemplo, José Ramón Gutiérrez de Velasco citó que en otras partes los ciudadanos se portan bien, porque saben que existen multas que pueden afectar su bolsillo y no pueden evadir las sanciones, “como muchas veces ocurre aquí”.
El Diputado lamentó que existan personas que sin deberla ni temerla son víctima de algún accidente vial, y para que se le repare el daño en ocasiones pasan años. “Lo peor es cuando pierden la vida o sufren alguna afectación permanente. De seguro, con la aplicación del Reglamento se reducirán los percances”.