[Redacción]
Qué se requiere para una adecuada gestión ambiental de la megalópolis de la ZMVM, así como herramientas y dimensiones fundamentales para transitar hacia la sustentabilidad
Ciudad de México.- Para lograr una gestión ambiental de la megalópolis de la ZMVM, es necesario aborda desde una visión territorial, ecosistémica e integral, considerando los procesos que determinan la calidad del aire, la generación de residuos, la disponibilidad y calidad del agua, la integridad de los bosques y selvas, la productividad de las zonas agrícolas y la función de los sistemas biológicos -particularmente en las áreas naturales de la región-, en sus relaciones interdependientes.
Para que sea posible lograr que la Megalópolis de la ZMVM transite en la ruta hacia la sustentabilidad, es necesaria una visión que la vincule con la trayectoria a la reducción consistente de sus emisiones contaminantes (huella de carbono), así como de su huella ecológica.
En este sentido la CAMe aplica una estrategia multidimensional que fomenta sinergias hacia una descarbonización de los patrones de consumo y producción de bienes y servicios, tanto para el gran conglomerado urbano, como para las zonas rurales llamado “Programa de Gestión Federal para Mejorar la Calidad del Aire de la Megalópolis 2017-2030”, mejor conocido como PROAIRE.
Algunas de las acciones enfocadas en mejorar la calidad del aire que se toman en el seno de la Comisión Ambiental de la Megalópolis, están ligadas a líneas que también son necesarias para mejorar la calidad de vida de quienes en ella viven.
El patrón de consumo racional de energía y de bajas emisiones de contaminantes; reglamentos de construcción que impulsen la eficiencia energética en todas las edificaciones; así como un marco normativo para reducir las emisiones contaminantes de la actividad industrial, son sólo algunas acciones que corresponden a la visión territorial, ecosistémica, e integral.
Edificaciones; residuos sólidos urbanos; Movilidad; Agua; Uso del suelo; Bienes ambientales y servicios públicos; Industria; Habitabilidad; Energía y; Calidad del aire.
Las anteriores, son todas dimensiones fundamentales necesarias para transitar hacia la sustentabilidad que requieren atención de manera simultánea.
Sin embargo, el caso de la calidad del aire, se ha vuelto un bien público cada vez más valorado por la sociedad mexicana pues es una condición necesaria para la preservación de su salud, su entorno y, en general, de la calidad de vida por lo que puede considerarse como apremiante por los evidentes efectos perjudiciales en la salud y las múltiples externalidades negativas que ocasionan.