[Redacción]
El quebranto ecológico que muestran las RTP plantea realizar acciones para fortalecer su recuperación y mantener sus ciclos naturales
Ciudad de México.- En las últimas décadas los ecosistemas muestran una acelerada pérdida y alteración antropogénica, quebranto que exige emprender con prontitud acciones decisivas, sobre todo en las regiones con alta biodiversidad, para fortalecer su preservación, conservación, rehabilitación y recuperación, con el fin de mantener los ciclos biogeoquímicos de la naturaleza.
Y es que en el portal de la SEMARNAT, da a conocer que estos son objetivos medulares del Programa Regiones Prioritarias para la Conservación de la Biodiversidad de la Conabio que reúne 152 de estos sitios, los cuales clasifica en Regiones Hidrológicas Prioritarias, Regiones Prioritarias Marinas y Regiones Terrestres Prioritarias– (RTP) que, según sus características físicas y bióticas, favorecen condiciones particularmente importantes para la biodiversidad.*
El objetivo general de las RTP es determinar unidades ambientalmente estables en la parte continental, con una riqueza ecosistémica y específica comparativamente mayor que en el resto del país, así como una integridad ecológica funcional significativa que además ofrezca una oportunidad real de conservación.
Un ejemplo es la selva Zoque-La Sepultura que incluye las Áreas Naturales Protegidas El Ocote y La Sepultura y abarca 17 municipios de los estados de Chiapas, Oaxaca y Veracruz, con una superficie de 11,319 Km donde se desarrolla un elevado endemismo y una de las masas forestales más extensas del continente americano. Baste mencionar una pincelada de su asombrosa biodiversidad:
A La Sepultura se le considera refugio del Pleistoceno, porque entremezcla selvas altas, medianas y bajas, bosques mesófilos de montaña de extensos matorrales con nublados en los picos, bosques de pino-encino y selva muy húmeda de montaña.
Entre su muy alta biodiversidad destacan especies como el ocelote, tapir, mono aullador y mono saraguato, así como grandes depredadores como el jaguar y el puma, y especies en peligro de extinción como el quetzal y el pavón.
Cumple también la relevante función de corredor biológico entre las selvas Chimalapas, Uxpanapa y El Ocote, hábitat de endemismos como 15 subespecies de mariposas y tres géneros de plantas entre su vasta diversidad de árboles: caoba, ramón, huesito, cedro, majahua, palma camedora, jobo, molinillo y palo mulato.
La selva El Ocote es uno de los mayores centros de biodiversidad de México y del mundo. Se ubica en la zona de transición de dos provincias neotropicales, la pacifiquense y la tehuantepequense, y resguarda 103 mamíferos, que es la mayor variedad; 30 anfibios, 49 reptiles y 387 aves; en total, 569 especies de vertebrados terrestres, equivalentes al 43 % de los de Chiapas y al 23 % de los del país.
* Arriaga, L., J.M. Espinoza, C. Aguilar, E. Martínez, L. Gómez y E. Loa (coordinadores). 2000. Regiones terrestres prioritarias de México. Comisión Nacional para el Conocimiento y uso de la Biodiversidad, México.